La primera semana de Silvina Batakis al frente del Ministerio de Economía post renuncia de Martín Guzmán dejó como saldo un abrupto salto del dólar que operan las empresas en torno a los $300 y una masiva remarcación de precio en la economía. Las alarmas no solo sonaron en el Gobierno sino en el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ve con preocupación una crisis mayor en la Argentina con final incierto. 

Los funcionarios del organismo, que tuvieron su primer diálogo con Batakis y siguen trabajando con el representante Sergio Chodos, creen que si el país no aplica un ajuste fiscal más fuerte, el dólar y la inflación podrían volar por los aires. “Tienen que sobreactuar la dureza fiscal para frenar la crisis”, aconseja el Fondo. 

Esa fue la conclusión a la que llegaron en los últimos días, según fuentes en Washington, parte del staff del organismo quienes remarcan que la única oportunidad que tiene el gobierno de Alberto Fernández de controlar la crisis económica y cambiaria es dar una señal de austeridad fiscal muy fuerte. “Si no hacen eso, algo improbable dado el debilitamiento del Frente de Todos y lo que piensan varios miembros de esa coalición, el país tendrá más dificultades”, advierten. 

EL ECONOMISTA

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