Frecuentemente, cuando a muchos profesionales les toca asumir posiciones de alta responsabilidad se suele escuchar una frase repetida: “Me preparé para este cargo durante toda la vida”. La idea de semejante expresión supone generar seguridad, confianza, convicción de que a partir de esa nueva designación todas las cosas van a mejorar.
Sin embargo, por más capacidad que tengan las personas que llegan a lugares preponderantes, sus actuaciones muchas veces no dependen de ellos mismos, sino de la realidad que los rodea, el marco que les marca la cancha.
Fue usual en los últimos años escucharse que a Mauricio Macri y a Fernando De la Rúa les tocó una “soja gorila” porque cotizaba en la zona de US$ 300 por tonelada o menos, mientras que Cristina y Alberto tuvieron una “soja peronista” porque el yuyito tuvo un precio superior a los US$ 600 en sus mandatos.