“No gracias, paso”. Así responden los portfolio managers de los fondos “distressed”, o sea los que compran deuda a precio de remate en el mercado internacional, cuando algún ejecutivo local intenta contactarlos avisándoles que los bonos argentinos valen hasta 18 centavos de dólar y caen más del 60% desde que surgieron del canje. 

“No estamos interesados en Argentina. Cuando se visualice un cambio de Gobierno volvemos a hablar”, repiten, según describió un conocido financista argentino en recientes charlas con los inversores. 

Además, el súperdólar en el mundo y la potencial caída de commodities los hace pensar que el país tendrá más problemas para hacerse de los dólares y pagar la deuda. 

EL ECONOMISTA

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