Caída la bilateral entre Alberto Fernández y Joe Biden, la ministra de Economía, Silvina Batakis, llegará a Washington para verse frente a frente con Kristalina Georgieva. La reunión, que será al mediodía de lunes, tiene altas expectativas no sólo por la magnitud de la crisis argentina sino también por los temores dentro del mismo staff del Fondo de que un desenlace traumático salpique a los funcionarios del organismo. 

“La gente que trabaja en el FMI apoya a Georgieva y a quienes aprobaron el plan con Argentina, pero diría que los socios del Fondo, los que ponen la plata, no están tan contentos”, confirmó una alta fuente en Washington ante El Economista. “No significa que peligre Georgieva en su puesto, no la van a echar, pero claramente los principales países que financian al Fondo están cansados de Argentina y sus crisis”, agregó.

Las críticas que empiezan por lo bajo a calar en los funcionarios del organismo tienen que ver con la laxitud del programa que se firmó con el país. Se pensaba que si se le exigía poco a Fernández, el margen para que el plan fracasara iba a ser menor, y por ende podría controlar la crisis. Pero eso no está sucediendo.

EL ECONOMISTA

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