Si bien a menor ritmo que hace una semana, los depósitos en dólares del sector privado (llamados “argendólares”) siguen goteando del sistema financiero argentino. 

El grueso de la sangría se produjo tras la renuncia de Martín Guzmán y la llegada de Silvina Batakis al Ministerio de Economía y, a pesar de que ya habría pasado, en las principales entidades privadas del país cuentan que aún se mantiene cierto ritmo de salida. “Están saliendo la mitad que hace una semana, pero todavía no se frenó”, confirmaban desde un banco líder de capitales extranjeros.

Según las cuentas de Aurum Valores, desde el 21 de junio hasta el 8 de julio, se fueron más de US$ 400 millones de las colocaciones privadas en los bancos argentinos. El stock (tomando sólo los del sector privado) pasó de US$ 15.635 millones en ese momento a los actuales US$ 15.219 millones. “La caída es brusca y, por lo tanto, relevante y significativa. En una comparación histórica arrancando desde fin del año anterior se verifica lo señalado. Caída de US$ 65 millones diarios durante 5 días seguidos no es habitual y refleja stress cambiario”, dice la Alyc. 

EL ECONOMISTA

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