Después de tres semanas de estampida imparable, el mercado financiero argentino abrió el último lunes de julio con señales cambiantes en el dólar (bajó fuerte el blue y el CCL casi no se movió, pero el MEP y el Senebi siguieron subiendo), al tiempo que los bonos y el riesgo país estuvieron bastante quietos y lo mejor del día estuvo en la Bolsa, que anotó una fuerte recuperación, tanto a nivel local como en los ADR argentinos que cotizan en la Bolsa de Nueva York.

En línea con el clima, con todo en cámara lenta por la neblina, a nivel gubernamental oficial hubo muy poca actividad, con particular mutismo, con casi todos los funcionarios bastante inquietos mirando hacia el norte, específicamente con los ojos en Washington, donde la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, mantuvo reuniones con la titular del FMI Kristalina Georgieva y con David Lipton del Tesoro de EE.UU., al tiempo que está en conversaciones con inversores y bonistas para buscar cambiar el clima negativo que explotó tras la sorpresiva renuncia del exministro Martín Guzmán.

Muchos de los que recibieron a Batakis ya la conocían por su actuación durante el gobierno bonaerense de Daniel Scioli. Y en general se la considera con experiencia gubernamental práctica más sólida que la del teórico Guzmán, que desde sus claustros universitarios de Columbia bajó a Buenos Aires a buscar magia bajo supervisión del Premio Nobel Joseph Stiglitz, que primero habló de “milagro argentino” y que últimamente está con la boca cerrada y con perfil extremadamente bajo.

EL ECONOMISTA

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