Un estudio televisivo ubicado en el corazón de Gaza perteneciente al movimiento islamista Hamas produce series en las que contrarresta el impacto cultural de las realizaciones israelíes de gran popularidad en donde se criminaliza al grupo que controla la región. Así lo remarca un cable de la agencia de noticias AFP, que destaca que la necesidad de resistir estas caracterizaciones aparecieron fundamentalmente ante el éxito de series como “Fauda”, una producción israelí que narra los pormenores de un grupo militar que realiza incursiones en territorios palestinos.
Para ello, se utilizan actores locales, los personajes hablan en árabe aunque interpreten a israelíes y a las mujeres se las obliga a usar velo más allá de la interpretación que estén llevando a cabo. Y aunque muchas de estas producciones tienen buena acogida -más allá de los escasos recursos económicos para sus realizaciones-, que hace que muchos actores locales sean agredidos por las calles por interpretar a algún militar israelí que lanza ataques contra Gaza, algunos críticos cuestionan que sean tan monotemáticas.
Para ello, se utilizan actores locales, los personajes hablan en árabe aunque interpreten a israelíes y a las mujeres se las obliga a usar velo más allá de la interpretación que estén llevando a cabo. Y aunque muchas de estas producciones tienen buena acogida -más allá de los escasos recursos económicos para sus realizaciones-, que hace que muchos actores locales sean agredidos por las calles por interpretar a algún militar israelí que lanza ataques contra Gaza, algunos críticos cuestionan que sean tan monotemáticas.
Entre ellos, el director y crítico Jamal Abu Alqumsan lamentó que estas producciones solo sean “una herramienta de resistencia” y no cuenten también historias cotidianas de la gente del lugar. “Necesitamos que los productores inviertan en series de calidad que cuenten al mundo nuestra historia. Tenemos buenos actores, necesitan buenos directores y medios. Los dramas de televisión son un arma, pero frente a Israel, las producciones locales son de bajo nivel”, reconoció.