Como si se tratara de un trámite garantizado, en una especie de “soja hot sale”, un gran regalo de ocasión, los productores de soja se lanzaron a vender porotos y ayer permitieron que el BCRA logre comprar el en mercado local US$  300 millones, que al final del día se tradujeron en un aumento de reservas en el BCRA por US$ 262 millones por otras compensaciones de comercio exterior y  la debilidad del yuan.

En realidad, los que participan de este regalo de primavera, esperan la demora de unos cinco días que tarda en el ciclo de la operación, desde que el yuyito se liquida en Rosario o en Bahía Blanca y finalmente llega vía transferencias a las cuentas bancarias de cada uno de los productores. Allí, inmediatamente, porque los pesos se queman, realizarán una de dos maniobras: o bien usarán los pesos para comprar dólar MEP o bien se lanzarán a comprar insumos importados, para que cada dólar de $200 sea tomado por dólar de $140, comprando maquinaria, fertilizantes, semillas o lo que se elija para hacer la ganancia del día y, a partir de eso, volver a sacarle reservas al BCRA.

Mirándolos con gran envidia, otros 15 sectores están gastando las pilas de Economía y del Banco Central para poder tener también el “dólar Malbec”, el “dólar limón” o el “dólar de cualquier cosa exportable”, para tener también la ventaja de recibir 200 pesos por dólar y con eso poder sumar dólares en el MEP o comprar los insumos importados que se necesiten para adquirirlos a valores regalados, gracias al descuento de $60 por dólar que permite esta maniobra de Massa para tener más reservas en septiembre, por lo menos hasta que finalice la importación de gas: calculan que de acá a la primavera quedan sólo ocho días de frío y fin del la ventanita que se abrió temporalmente.

EL ECONOMISTA

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