En otro día positivo, marcado centralmente por las reuniones que tuvo Sergio Massa en EE.UU. con la secretaria del Tesoro Janet Yellen y con la titular del FMI Kristalina Georgieva, todo parece ir encaminado para que se apruebe la nueva auditoría del Fondo, y que pronto llegarán los esperados DEG por US$ 4.000 millones que permitirán seguir pagando sin problemas la deuda con ese organismo.

Con ese importante paso que sigue barriendo los problemas de corto plazo, el mercado local siguió con la tónica que se extendió durante toda la semana pasada: hubo más liquidación de soja, más entrada de reservas al Banco Central, nueva debilidad de los dólares libres, lenta aceleración de los dólares oficiales, una brecha cambiaria que volvió a ceder al menor nivel desde que Guzmán pegó su portazo, los bonos mejoraron, el riesgo país bajó otro peldaño y lo único que no mostró la misma fuerza fueron las acciones, que pegaron un freno, con menos volumen operado.

Todo este componente local estuvo de alguna manera gobernado por un dato que se conocerá hoy en Estados Unidos. Se dará a conocer cuál fue la inflación de agosto. Y justamente en torno a Yellen se deslizó que el mes pasado (tal como sucedió en Brasil) la inflación norteamericana puede haber tenido deflación del 0,1% o del 0,2%, lo cual llevaría la inflación anual al 8%. 

EL ECONOMISTA

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