Fue una semana marcada por una fuerte baja en el mercado accionario estadounidense, una nueva suba en el rendimiento de los bonos (el tramo corto de la curva alcanzó niveles de 2007) y un fortalecimiento del dólar (llegó a máximos de 20 años).
El principal disparador fue la decisión llevada adelante por parte de la Reserva Federal el día miércoles en su reunión mensual, donde dictaminó una nueva suba de la tasa de política monetaria, en este caso, de 75 puntos básicos.
Sin embargo, lo más determinante no fue el nuevo nivel más elevado de tasa, sino el carácter duro del discurso.