La semana pasada el Indec publicó los datos de Cuentas Nacionales para el resultado del PIB del segundo trimestre de 2022. En un contexto de incertidumbre económica y falta de divisas, la inversión viene siendo uno de los componentes con mayor crecimiento desde la salida de la pandemia.
En el último dato del Indec, sostiene una tasa de variación interanual de 18,8% y cuatro trimestres consecutivos de crecimiento. En términos históricos ésta se ubica en los niveles más altos de la serie, siendo la tasa de inversión de 22,1% del PIB y superando en niveles los logrados a fines de 2017.
Esta aparente contradicción entre la elevada tasa de inversión de la economía y las pobres perspectivas a futuro encuentra su explicación, en parte, en las extrañas situaciones que genera una economía con un esquema de represión financiera tan grande.