Por Iván Hojman

Los incendios récord, que destruyeron más de 1,2 millones de hectáreas en todo el país; la histórica bajante del Río Paraná, que puso en peligro importantes humedales e impactó en el movimiento económico de la región; y la prolongada sequía, que afecta a más de 160 millones de hectáreas de la zona centro, son algunas de las problemáticas ambientales que enfrentó Argentina este año que concluye por causa del cambio climático y la presión humana sobre los ecosistemas.

Mientras desde el Poder Ejecutivo se aprobó el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático y se implementaron acuerdos internacionales para hacer frente a las consecuencias del aumento de la temperatura a nivel global, la realidad del cambio climático se hizo palpable este año con diversos fenómenos como incendios forestales, sequías inundaciones y olas de calor, entre otros.

En la Argentina, según los últimos datos emitidos por el Ministerio de Ambiente, durante 2022 los incendios forestales afectaron a más de 1,2 millones de hectáreas en todo el país y los especialistas ya hablan de que “todo el año” es temporada de fuego y cada vez menos zonas están exentas de estos peligros.

Desde hace tres años, por el fenómeno climatológico de La Niña, el 60% de la Argentina está sumida en una sequía sin precedentes por lo que las olas de calor más frecuentes producidas por el cambio climático generan las condiciones para el inicio de los focos ígneos, que en un 95% son por causas humanas, informó el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF).

Los incendios producen que se vaya perdiendo cada vez más vegetación nativa, por lo hay menos posibilidad de retener dióxido de carbono, que es uno de los gases de efecto invernadero que refuerzan el calentamiento global.

EL ECONOMISTA

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