La reciente restitución de los nietos 131 y 132 reafirma una vez más la importancia de las organizaciones de derechos humanos y de la incesante lucha por la identidad tras la última dictadura cívico militar ocurrida en Argentina entre 1976 y 1983, la cual perpetró un plan sistemático de desapariciones forzadas y apropiaciones.
El nieto 131 es hijo de Lucía Nadín y Aldo Quevedo, quienes fueron desaparecidos en 1977 y el 132, llamado Juan, hijo de Mercedes del Valle Morales Romero, detenida-desaparecida en 1976.
Según datos oficiales, aún resta recuperar la identidad de alrededor de 350 personas, hijos e hijas de desaparecidos y nacidos en cautiverio de sus madres.
Pero detrás de estos números se esconden cientos de historias y años de búsqueda, incertidumbre, dolor y esperanza.
Martín Fresneda, director del Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación, es hijo de Tomás Fresneda y María Argañaraz, los cuales fueron secuestrados y desaparecidos en 1977 durante La Noche de las Corbatas.