El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, cruzó hoy al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio ‘Chiqui’ Tapia, por sus cuestionamientos al operativo de seguridad en el marco de los festejos por la conquista del título mundial y reafirmó que “la primera vocación fue cuidar a los jugadores”, en una jornada en la que una multitud salió a las calles para saludar al equipo dirigido por Lionel Scaloni.
“El desborde de semejante cantidad de gente hace que cualquier plan fracase. Nosotros tratamos que se avanzara en la ruta pero era imposible porque, además, a medida que pasaba el tiempo, la voluntad de la gente por verlos aumentaba y se acercaban por demás. Nosotros no queríamos que llegara la noche con la Selección en las calles”, explicó Aníbal Fernández en declaraciones formuladas esta mañana a la prensa al ingresar a la sede del Ministerio de Seguridad.
En ese sentido, agregó: “Nuestra primera vocación fue cuidar a los jugadores porque cualquiera que quería acercarse quizá podía generar un dolor de cabeza. Se trataba de una situación que no iba a poder contenerse“.
Sobre la decisión de acotar el trayecto previsto originalmente para el micro que trasladaba a la selección -que incluía la llegada al Obelisco porteño- y utilizar helicópteros para que los jugadores saludaran a la multitud desde el aire, el funcionario contó que “llegó un momento en que el micro estaba parado y era impensado, imposible, que siguiera por General Paz ni por la autopista – Dellepiane- porque estaba todo colmado”.
“En ese momento, fui y me hice cargo. Decidí que vayan los micros con los jugadores a la escuela de cadetes -de la Policía Federal, Juan Ángel Pirker- e hiciéramos el cambio de los micros a los helicópteros. Y los jugadores accedieron gustosos. Iban a tener un cansancio demoledor y nosotros teníamos que cuidarlos. Venían de disputar una final, habían viajado 19 horas y habían dormido muy poco”, apuntó el ministro.
Por eso, “tomamos la decisión de poner los helicópteros, que saludaran a todo el pueblo desde el aire y después lo llevamos al predio de Ezeiza”, argumentó Aníbal Fernández.