En mayo de 1935 el físico vienes Erwin Schrödinger mantuvo una larga discusión con otros genios de la época, entre ellos el inigualable Albert Einstein, en la que debatían acerca de las paradojas de la mecánica cuántica, una rama de la física que estudia la naturaleza a escalas espaciales pequeñas, los sistemas atómicos, subatómicos y sus interacciones.

Schrödinger, que ya había recibido el Premio Nobel en 1933 por el desarrollo de sus ideas, le planteó a sus colegas un curioso experimento teórico, cuya idea era meter a un gato en una caja con una ampolla con gas tóxico que se podía romper en cualquier momento, y como nadie podía saber si la ampolla se había roto o no, antes de abrir la caja se consideró si el gato podía estar vivo o muerto. Es decir, solamente abriendo la caja, se podría ver qué había ocurrido.

El experimento, luego popularizado como el “teorema de Schrödinger” denotaba que según la teoría cuántica “el gato está vivo y muerto a la vez”. Y podría decirse que ese particular fenómeno está pasando con el mundo financiero, más específicamente con los índices bursátiles de la Bolsa de Nueva York, ya que en medio de una caída que ya lleva casi un año la semana pasada tuvo una gran recuperación, y todos los especialistas concluyeron en que Wall Street está sufriendo hoy una especie de “momento Schrödinger”.

EL ECONOMISTA

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