Argentina estará concentrada hoy en el nuevo canje masivo que realiza el Tesoro, ofreciendo bonos carísimos para limpiar vencimientos que caen desde hoy hasta fin de año, pero el número que dominará todo el día financiero no estará en el país, sino que surgirá de EE.UU., que difunde su inflación de octubre, y eso será determinante para saber cuál será la suba de tasas que hará la Fed en diciembre, y que pueden afectar aún más a los mercados de todas partes.

La reacción que tuvieron ayer los negocios fue negativa en todos los frentes: la ola roja que parecían mostrar los republicanos en la elección de medio término de EE.UU. fue apenas una onda, y no está definido quién se quedará con el control del Senado (los republicanos tomaron el control de la Cámara de Representantes), por lo que Joe Biden tendrá un Congreso esquivo y el joystick del mundo del dinero quedará por entero en las manos de Jerome Powell y los 18 directores de la Reserva Federal.

El descolorido triunfo de los republicanos no cayó bien en los inversores altamente especulativos. Es posible que la Fed siga subiendo las tasas de manera firme y que EE.UU. tenga una recesión más larga que lo estimado. Por lo que ayer las tasas largas norteamericanas comenzaron a normalizarse (todavía se paga mucho corto pero crece el pago largo, 4,7% anual  a 1 año, 4,2% a 5 años, 4,2% a 10 años y 4,3% a 30 años) y con ese premio el dólar global volvió a afirmarse. Ayer en el exterior el dólar saltó 1,7% contra la libra, 1% en Brasil, 0,7% contra el yen, 0,6% contra el euro y 0,2% en México, pero bajó 0,3% en Chile.

EL ECONOMISTA

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