Cristina Kirchner habló en la Universidad Nacional de Río Negro luego de conocerse los fundamentos de la condena en su contra en la causa Vialidad. El eje de su disertación era económico, pero la vicepresidenta aprovechó para cuestionar a la Justicia a quien acusa de proscribirla de cara a las elecciones.

En el tramo económico de su discurso dijo que el dólar en Argentina es un patrón de conducta, más que monetario. “Se convierte una moneda que nosotros no tenemos. Como moneda de ahorro y de pago para algunas operaciones. Quiere decir que hoy, a 40 años de la democracia, no sólo estamos sin estado democrático institucional sino que sin moneda también”, dijo.

Sin embargo, rechazó de plano la posibilidad de implementar en el país una dolarización de la moneda como lo hizo Ecuador. Dijo que un sector de la clase política cree que una dolarización sería similar a la convertibilidad: un dólar, un peso. “No es así. El valor de una moneda no lo da ninguna ley sino el tamaño de la economía. La dolarización, de producirse en Argentina, implicaría un gran sacrificio para las clases medias. El mayor consumidor de dólares es la clase media y el empobrecimiento de éstas clases no va a tener límites”, aseguró.

También reveló una conversación con el titular del Central, Miguel Pesce, en el punto más álgido de las negociaciones por el acuerdo con el Fondo. “En diciembre de 2021 me llama el actual presidente del Banco Central y lo recibí en mi casa. La negociación con el FMI y Martín Gúzman estaba en su punto más álgido. Pesce viene a decirme que desde el Fondo estaban dispuestos a viajar a Argentina para entrevistarse conmigo porque pensaban que yo iba a solucionarlo. Porque decían que el ministro de Economía estaba muy terco y que era muy caprichoso“, explicó.

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