Los mercados del mundo arrancaron ayer el último lunes de noviembre con un temblor originado otra vez en China. Mientras la economía del gigante asiático se va desacelerando, otra medida de restricción por la cantidad de contagios de Covid-19 generó masivas protestas en varias ciudades del país, Shanghái, Wuhan y Beijing incluidas, y eso desató una caída en dominó que provocó una baja generalizada en todas las bolsas del mundo, con una sola excepción: la Bolsa de Buenos Aires, que pudo subir apenas, con buen volumen, en el día del debut del dólar soja 2.0 y en medio de una nueva licitación para colocar deuda en pesos.
En realidad, el mercado argentino enfrentaba ayer dos grandes desafíos: primero, ver cómo funcionaba el nuevo dólar soja 2.0, a través del cual el Gobierno le paga a los productores $230 por dólar, y segundo una nueva licitación para colocar deuda en pesos, el principal desafío que tiene el Gobierno de acá a las elecciones, porque hay una montaña de vencimientos, y hay un gran temor en los tenedores de ese tipo de papeles en que no se cumplan con los pagos, en dos sentidos: que se produzca un reperfilamiento (default o postergación de pagos, como hizo Macri antes de entregar su gobierno en 2019) o que haya un masivo temor de ahorristas e inversores, que busquen retirar depósitos de los bancos, y que las entidades no puedan devolver todos los fondos depositados, porque si se hiciera, eso llevaría a una hiperinflación, lo cual podría obligar al Poder Ejecutivo a una de dos decisiones muy complicadas ya realizadas en el pasado: una reconversión de todos los depósitos en un papel del Estado (Plan Bonex) o que se termine realizando un corralito, permitiendo que las personas puedan retirar dinero de a poco, en un corralito, como el que se sufrió hace dos décadas.
El primer día del dólar soja 2.0, pagando por el poroto $230 por dólar, y no $145 como hasta el viernes, provocó el ingreso de muchas operaciones, tanto que el BCRA terminó comprando US$ 192 millones, la mayor compra diaria desde septiembre. Pero como las transacciones del BCRA no fueron únicamente con el dólar-soja, sino que hubo operaciones en el mercado de cambios, mas transacciones de comercio exterior, al final del día el BCRA sumó sólo US$ 121 millones para las reservas (con alta restricción de importaciones), realizando un pago promedio de $263 por dólar, en una posición intermedia entre este nuevo dólar soja y la posición de los dólares libres.