Ciro Pertossi (22), uno de los ocho rugbiers juzgados en los Tribunales de Dolores por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, rompió esta mañana el silencio para declarar que él no le dio una patada a la víctima y que “se frenó” cuando la vio tirada en el piso en la puerta del boliche “Le Brique”.

El mayor de los dos hermanos Pertossi -el otro es Luciano (21)- pidió la palabra en momentos en que se reproducía en la sala de audiencias un video de la madrugada del ataque: “Este chico soy yo y quisiera aclarar que esa patada no la doy y que cuando me doy cuenta que el chico está en el piso me freno antes”, dijo señalando con un puntero su imagen en la pantalla.

En su breve exposición, el imputado también se refirió al audio que tras el ataque les envió a sus amigos a través del grupo de WhatsApp “Los Boca3”, en el que se lo escucha decir: “Chicos, no se cuenta nada de esto a nadie”.

“Quiero aclarar que cuando yo estaba viendo el teléfono, uno de los chicos dice que ya hay agite en Zárate, que nos habíamos peleado. Yo no quería que mis padres se enteren que nos habíamos peleado“, señaló ante los jueces.

Luego, el imputado se negó a responder preguntas por parte de la fiscalía y de los abogados del particular damnificado.

Tras su breve intervención, declaró como testigo el ingeniero informático especializado en análisis digital forense Pablo Rodríguez Romeo, convocado por la defensa, quien cuestionó las actuaciones en las que fueron secuestrados los teléfonos celulares de los acusados, ya que “la cadena de custodia fue rota desde el inicio”.

EL ECONOMISTA

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