El secretario de Transporte nacional, Diego Giuliano, confirmó ayer que se va “a formar una mesa de trabajo con las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires para avanzar con el traspaso” a esa jurisdicción de las 32 líneas de transporte público de pasajeros que circulan de manera exclusiva en territorio porteño, lo que en los hechos liberará cerca de $ 13 mil millones en subsidios que pasarán a engrosar el enflaquecido financiamiento que en este rubro reciben las provincias.
“Con esto lo que hacemos es devolverle la autonomía al Gobierno de la Ciudad, para que pueda manejar el diseño de su propio sistema de transporte”, dijo, y remarcó que el tema “está siendo analizado dentro del Ministerio de Transporte”.
“De esta manera, se equipara a la Ciudad con el resto de las provincias, que sostienen su propio transporte interno”, enfatizó, y recalcó que “debe recuperar su autonomía plena en relación a la regulación y control de su propio transporte, definiendo modalidades, recorridos y tarifas de las líneas exclusivas de su territorio”.
Guiliano además subrayó que “todo se hará dentro de un marco de diálogo”.
La invitación de Nación ya fue librada. Previamente, y en la primera reacción del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, dijo en las últimas horas que “la Ciudad hoy se hace cargo de gran parte de los subsidios, tanto del Subte como de las 32 líneas de colectivo” y que “cualquier modificación debe hacerse en el marco de un diálogo que incluya una mirada metropolitana”.
En la vereda nacional, el funcionario de la cartera que conduce Alexis Guerrera remarcó que CABA “debe recuperar su autonomía plena” para regular y controlar las líneas de colectivos “exclusivas de su territorio”.
En ese sentido, recalcó que ese posicionamiento no es “unilateral” sino que “es algo que se viene conversando con gobernadores y municipios, respondiendo a los reclamos que vienen realizando desde hace tiempo”, como en el caso de “Córdoba, Rosario y Santa Fe”. “Es recomponer una equidad federal, haciendo cumplir una ley que data del 2012”, sostuvo.
Giuliano precisó -en diálogo con Télam- que el traspaso “sólo involucra a las 32 líneas que circulan dentro de la Ciudad”, sobre un total de 135. “No las que son interjurisdiccionales, que siguen teniendo el aporte del Tesoro Nacional”, aclaró. Bajo ese escenario, ejemplificó con el caso de la provincia de Buenos Aires, que “tiene 242 líneas que son exclusivamente internas y que son subsidiadas por el Tesoro provincial”. Un esquema que ahora buscan que “suceda con las 32 que circulan internamente por la Ciudad”. “Las 103 líneas restantes, que son interjurisdiccionales, siguen siendo subsidiadas por el Tesoro Nacional”, aclaró.
El Estado nacional destina actualmente para el subsidio del boleto en las 32 líneas exclusivas del territorio porteño cerca de $ 13.000 millones que, en caso de acordarse el traspaso, se sumarían al Fondo Compensador con el que se asiste al autotransporte de pasajeros del resto del país.
“La diferencia en costos de lo que se paga en CABA en relación al interior es muy grande. Son $ 18 acá, mientras en Corrientes se pagan $ 60; ni hablar en Bahía Blanca, que se paga $ 70 y así. Y lo que nos pidió el ministro Guerrera es que debemos recuperar la equidad federal”, remarcó Giuliano. Según los porcentajes que manejan en esa cartera, mientras que en 2019 “CABA financiaba el 81% de su transporte, en 2021 financió el 44%”.
En esa línea, recalcó que lo que se pretende “es que se cumpla con la Ley 26.740 de 2012, donde se establecía la competencia de CABA sobre su transporte”. “Sólo se transfirió el Subte en 2012, pero nunca se continuó con el transporte de colectivos”, explicó.