Sin lugar a ninguna duda, durante las últimas horas, días, semanas, todos tuvimos en el centro de las cabezas al Mundial de Qatar. Pero la fiesta principal del fútbol terminó y es momento de enfocarnos de nuevo, ya que acabamos de superar una segunda semana de diciembre con muchos condimentos y es necesario entender qué pasó para tratar de entrever qué es lo que puede venir.
Yendo de mayor a menor, por orden de importancia en base a su influencia financiera global lo primero que hay que analizar es lo que sucede con la economía de EE.UU. y con la decisión que acaba de tomar la Reserva Federal de ese país. Y, en ese sentido, debe decirse que los norteamericanos mostraron datos divergentes, algunos que ya muestran que la recesión ya está aquí y otros que manifiestan que su actividad sigue vivita y coleando.
A lo largo de la semana pasada se anunció que los estadounidenses registraron la mayor baja de consumo en once meses y que su nivel de inflación bajó: fue del 0,1% en noviembre, 7,1% anual (desde el 7,7% marcado en octubre), dos datos que muestran freno. Pero sorpresivamente, la cifra semanal de solicitudes del subsidio por desempleo en Estados Unidos bajó la semana pasada a 211.000, en comparación con las 231.000 registradas la semana anterior, lo cual indica que su economía sigue muy activa.