El año 2023 se presenta con grandísimos desafíos en el frente monetario y cambiario. La necesidad de emisión fiscal y cuasifiscal, la magnitud de los vencimientos en pesos y la habitual dolarización preelectoral configuran un combo muy complejo que conspira contra la necesidad del Gobierno de mantener la brecha bajo control. Más cuando el objetivo que debería buscar el Gobierno sería lograr bajarla.
Considerando que no hay mucho margen como para reducir el endurecimiento del cepo cambiario y tampoco luce probable que la emisión monetaria se modere, las condiciones monetarias seguirían siendo expansivas con una demanda de pesos que seguirá siendo baja, por lo que hacia adelante no esperaríamos moderación en los dólares libres.
Desde Aurum seguimos la evolución de los dólares financieros en función del agregado monetario más amplio: el M3 privado en pesos. La evolución del M3 privado ha demostrado ser un muy buen predictor del valor al que debería cotizar el contado con liquidación (CCL).