Terminó un Mundial de muchas emociones, que fue una montaña rusa de nervios y euforia. Arrancamos perdiendo el primer partido y tuvimos momentos de mucho sufrimiento no apto para cardíacos. En un momento éramos campeones del mundo y al siguiente estábamos a una atajada del Dibu Martínez de perder la Copa. 

Ahora ya más tranquilos, podemos ver que no sólo de fútbol nos enseñó este Mundial. Si prestamos atención, hay muchas cosas que podemos aplicar como inversores. 

La primera enseñanza que podemos sacar es que, por más figura que sea Lionel Messi, sólo no hubiera podido ganar el mundial. Angel Di Maria, Julián Alvarez y una larga lista de jugadores aparecieron cuando más se los necesitaba. 

EL ECONOMISTA

Más noticias