Sin lugar a ninguna duda, la inflación fue ayer la protagonista en la marcha de todos los mercados.
En EE.UU. el IPC estuvo en línea con lo esperado: tuvo desinflación del 0,1% mensual en diciembre y la variación anual achicó de 7,1% anual de noviembre a 6,5% anual en todo 2022. Este dato se contrapuso con un indicador no tan tranquilizador para los inversores: los pedidos de ayuda por desempleo bajaron a 205.000 casos, su menor nivel en quince semanas, lo cual indica que la economía sigue muy sostenida. Pero más allá de este indicador, se sigue esperando que la Fed no sea tan agresiva con la suba de la tasa corta que tiene preparada para la apertura de febrero y todos los números actuaron en consecuencia.
El dato más inmediato fue una leve descompresión en las tasas largas norteamericanas: se pagó 4,7% anual a 1 año, 3,5% a 5 años, 3,4% a 10 años y 3,6% a 30 años. Y con eso, el “súper dólar” va perdiendo su condición de tal, ya que ayer en el exterior el dólar global bajó contra todo: achicó 2,3% contra el yen, 1,5% en Brasil, 0,9% contra el euro, 0,7% en Chile y estuvo 0,5% para abajo contra la libra, el mexicano y el yuan.