En otra clásica jornada que debe ser tomada con la punta de los dedos porque hubo feriado en Wall Street (por homenaje a Martin Luther King), el mercado argentino repitió ayer la misma tónica que viene repitiendo desde hace 120 días: persiste la suba creciente del dólar (ayer hubo récord en todos, el blue, el MEP y el CCL), continúa la mejora de los bonos y volvió a registrarse un nuevo salto en la cotización de las acciones argentinas.

“La lectura que estamos viendo -dijo un experimentado operador de la city, con años navegando esos mares- indica que estamos experimentando un clásico cambio de ciclo, con los inversores típicamente divididos en dos: el 80% son conservadores, tienen temor y eligen salir del peso y colocarse en dólares para pasar el temporal que viene, mientras que el 20% restante, integrado por inversores más osados, están comprando títulos argentinos, que venían con precios de sexto subsuelo y con muy poca plata ya lograron subir dos pisos, pero siguen todavía muy debajo de la tierra”.

Frente a esta interpretación, surgió la pregunta obligada: ¿en las consultoras imaginan para fin de año un dólar de más de $500, puede continuar esta vertical recuperación de las acciones o de los bonos, o puede sobrevenir una toma de ganancias? Y la respuesta fue ciertamente sorpresiva: “Tanto a nivel local, como a nivel internacional, la mayor parte de los analistas ven venir un período de recesión y ante semejante incertidumbre, los inversores ya no miden sus movimientos estudiando lo que está barato o lo que está caro, sino en quiénes son los que podrán pagar y los que no podrán hacerlo”.

EL ECONOMISTA

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