Terminó enero… La batuta de todos los precios está en manos de los grandes bancos centrales del mundo, pero hay intranquilidad en los inversores. Y probablemente el dato que más refleje esta realidad mundial es que el Bitcoin pegó en todo enero un tremendo saltó del 40% en dólares, al tiempo que el oro subió casi 6%. Mientras tanto, los mercados internacionales de acciones y bonos están positivamente expectantes, pero llenos de dudas. Y a nivel local, todo está encepado, con los inversores encerrados en una faja: así, ayer de nuevo, con trituración de divisas en el BCRA (quemó US$ 87 millones en el MULC, perdió muchas más reservas en el balance del día y se endeudó en otro $ 1,2 billones en Leliq con los bancos, con emisión múltiple de pesos. Las reservas líquidas se evaporan, pero para el equipo económico lo importante es el hoy, y con toda esa hipoteca impagable la corrida cambiaria frenó… mañana se verá. La Bolsa porteña recuperó volumen y subió, también los ADR, pero si se mira todo el mes, se estancaron en dólares. Y como el BCRA no junta ni un solo dólar, ensombrece el futuro corto una gran pregunta: ¿se podrán pagar el 9 de julio los cupones de los bonos que canjeó Guzmán? Por eso hay inquietud, los bonos se frenaron y el riesgo país de Argentina, que Massa iba a bajar recomprando deuda, volvió a subir.
A nivel internacional hay un cúmulo de datos que se entrecruzan. Por ejemplo, la zona euro sorprendió al entregar un dato de repunte económico tras varios meses a la baja. En EE.UU. la tasa corta de inflación de los salarios bajó del 1,2 al 1% y también salió un informe que indica que los valores de las viviendas se están desacelerando fuerte, lo cual aplaca a un sector clave. Todo esto prepara a la Fed, al BCE y al BoE para realizar su siguiente movida en el ajedrez financiero.
Según espera el mercado, Jerome Powell subirá mañana la tasa corta de EE.UU. en sólo un cuarto de punto, hasta 4,75% anual, mientras que el BCE y el BoE subirán un escalón de medio punto, porque vienen con tasas por ahora mucho más bajas que las norteamericanas. Pero en todas partes el mercado está convencido de que la suba de tasas no tiene mucha cuerda hacia el alza. Se presiente que la desaceleración de la inflación es sostenible. Y con eso ayer, a un día de la suba de tasas de la Fed, las tasas largas estadounidenses cedieron apenas: se pagó 4,7% anual a 1 año, 3,6% a 5 años, 3,5% a 10 años y 3,7% a 30 años.