Termina enero. Febrero viene cargado de señales. A nivel internacional vienen las definiciones de los bancos centrales más grandes del mundo. Y a nivel local llegan las primeras señales de la agenda electoral con las primeras internas partidarias en la provincia de La Pampa, con el peronismo poniendo un único candidato a dedo, sin que voten las bases, más de lo mismo.

Y, como era de esperar, los mercados de aquí, allá y todas partes abrieron la semana en rojo, con Wall Street otra vez en descenso, y con la Bolsa de Buenos Aires y los ADR argentinos con fuertes pérdidas. Aunque bonos locales actuaron sostenidos, en gran parte por comprar del propio Estado, por lo que el riesgo país estuvo en leve baja. Mientras que una gran intervención oficial logró frenar como sea la corrida: se estaba empezando a desequilibrar la inflación y el BCRA terminó perdiendo nada menos que US$ 743 millones en reservas en un solo día, y ya hay caras pálidas en los analistas locales.

La llave del funcionamiento de las cotizaciones de esta semana estará marcada por lo que hagan los grandes bancos centrales. Jerome Powell moverá la palanca de la tasa corta. Y todos se preguntan si ¿será halcón o paloma? A partir de allí quedará bien definida la tendencia del mercado. Hasta ahora, con algún grado de optimismo, los inversores de Wall Street esperan mediocridad sin catástrofe, es decir de inflación sin recesión, por lo que el pronóstico de derrumbe que vienen repitiendo los grandes bancos de inversión se sigue haciendo esperar.

EL ECONOMISTA

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